jueves, 19 de marzo de 2020

UNA SINRAZÓN HECHA RAZÓN, EN MATERIA DE IMPLEMENTACIÓN DE JUSTICIA



“Pocas cosas desmoralizan
 más que la injusticia hecha 
en nombre de la autoridad 
y de la ley”

CONCEPCIÓN ARENAL. 
(Escritora española).

Estamos viviendo tiempos difíciles en nuestro país, comúnmente escuchamos que México nos duele, y vemos y escuchamos con gran asombro a la autoridad posicionándose en sus propios criterios haciendo sus juicios de valor, sometiendo al escrutinio público incluso a la justicia, olvidándose en algunos casos de la ley misma, se lanza a través de medios y redes sociales aseveraciones que no encajan en la sobriedad legal, y de ahí que sorprende, pero más que nada preocupa el estado de derecho.

¿Porqué decir que no se aplica la ley? sin explicar la actuación misma de cada una de las partes, eso, ante una comunidad jurídica que desde luego conoce y reconoce lo bien hecho y mal hecho hasta nuestros días, asombra, pero que decir del ciudadano que no comprende o no conoce leyes, y que solo escucha una simples frases, unas simples acusaciones, unas simples especulaciones, hoy tal parece que el litigio se salió a la calle, a gritar, a exigir, a violentar ya sea física o psicológicamente, y lo más grave es que se pone a la sociedad como jurado y juez, y eso es muy grave.

Convertir a la ciudadanía en jurado sin que esta tenga todos los datos propios de ambas partes implica por obviedad de razón una injusticia, ya que al final de una charla de café, de una plática fuera de una escuela entre padres de familia, en el inter de la comida de los trabajadores de una empresa, en los recesos universitarios o en el simple paseo de pareja, al final se da el veredicto, se da el fallo y se conjetura, lo que da como resultado el linchamiento mediático por una sociedad harta de injusticia.

Amilanar a la autoridad evidentemente no llevara a la implementación de un estado de derecho, y con ello creer  que se hace justicia mucho menos,  se debe de aplicar la norma, si, desde luego, pero a través de los mecanismos ya instituidos en los procedimientos legales adecuados, con la garantía de audiencia debida, con el principio de presunción de inocencia como estandarte de un estado que probara que al final alguien es culpable sin que quede duda razonable de ello, con una división de poderes autónoma, con instituciones que hagan su trabajo, y más que nada con capacitación profesional especializado en la matera en la que se actúa, y así brindar una certidumbre en la población.

Necesitamos hoy creer en las instituciones, creer que se castigara al culpable, pero que también se protegerá al inocente. 

Solo esperemos que eso tiempos oscuros que muchos vislumbran en materia de justicia se queden en una simple charla, en especulación, y que nuestras autoridades apliquen la ley y no se aplique una frase que lamentablemente fue escuchada en una audiencia solicitando al juzgador que la justicia no debía ser ciega, ya que esto implicaría que solo seria para algunos y no para otros…..al tiempo.   

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