Por el Lic. José Luis Hernández Parra
“Cuando el río suena,
es porque agua lleva”
Refrán popular
Mejor no se pueden describir los hechos acontecidos en las últimas semanas;, deja mucho qué desear el desempeño de las fuerzas del orden y de justicia, quienes evidentemente han dado muestra de que lo suyo, lo suyo, no es la investigación, y que los protocolos instituidos, pues infaliblemente no les caben en su intelecto.
Cómo creer en las políticas públicas, si con la evidencia establecida dan mucho en que pensar y que son contrarias al concepto llamado Seguridad; creímos o seguimos creyendo que no nos equivocamos, en una lección avasalladora, creímos y seguimos creyendo que se ha depurado a los elementos que procuran justicia, sin embargo hoy seguimos teniendo miedo, sí, ese miedo al ver a algún uniformado que forma parte de algún cuerpo de policía, que circula en las calles encapuchado, sin los conocimientos básicos en materia legal, haciendo análisis de la ley cuando lo suyo debe ser la aplicación de la ley misma, y más aún, dando sospecha de negligencia o de algo más.
Queremos no extrañar ese poder emitido y llevado a cabo en aquellos tiempos, de una persona cuya clave daba temor por el simple hecho de que la misma significaba una tempestad violenta, pero ¿qué nos dice la realidad?, cómo explicar que una detención cuyo boletín informa la forma en que se llevó a cabo, y un video que recorre las redes sociales diciendo lo contrario, cómo explicar la defunción de una persona dentro de las instalaciones públicas donde se supone se tiene todooo, pero al parecer elementos de custodia, un médico y la ambulancia no estuvo a disposición, otorgando evidentemente el beneficio de la duda.
Cómo explicar lo más simple que es llegar a pagar una multa administrativa en una institución de seguridad pública y que te digan que no se puede que debe estar mínimo 24 horas encerrado, sin saber los mas mínimo en materia de derechos humanos, (aun teniendo un departamento jurídico), como explicar en en muchos casos no saben ni llenar un informe policía homologado, es así ¿Cómo explicarlo?...
Y de la implementación de justicia qué podemos decir, la política está envolviendo unas instituciones que no deberían tenerla, instituciones que deben ser técnicas en Derecho, especialistas en sus diversas materias, con jueces y tribunales de primera, pero la realidad al parecer es otra, si los que recorremos los pasillos de la justicia no entendemos algunas cosas, imaginemos a los ciudadanos que no tienen ese conocimiento.
Cómo entender que las especialidades en materia de investigación se deben demostrar y no se hace, ¿porqué mandar a un reo a un reclusorio fuera de la jurisdicción sin justificación legal alguna?, ¿Por qué se abusa de la competencia y jurisdicción? y lo que más duele ¿Por qué en algunos o en muchos casos las carpetas de investigación son un desastre? y que se sostenga en audiencia con un simple “es un error de dedo”, cómo entender la advertencia de una autoridad de alto mando hacia el poder judicial de que si no se legaliza la detención o se vincula a proceso se investigara al juzgador, puesto que caemos en una frase que se escuchaba allá por inicios de siglo que “un vaso de agua y un auto de formal prisión no se le niega nadie”.
Y que pocos, muy pocos son los juzgadores que hacen justicia, porque los hay sin duda alguna, pero con la esperanza que te toque alguno de ellos, de lo contrario pondrás tu confianza, como siempre se ha hecho, en un tribunal federal, lo que da como resultado un "usted disculpe" en la mayoría de las veces y otras ni eso….
Se llega el día, luego entonces de esperar, se escoja, si, que se seleccione a dos personas con la capacidad tanto intelectual como personal de llevar las riendas de una institución que se convierte en circo cada vez que sale a los reflectores sociales.
No queremos un coliseo romano donde exista pan y circo, donde se desgarren las pieles, noo, lo que queremos son dos personas capaces, con experiencia en la materia penal, amparo y administrativo como un mínimo, con especialidad probada en la práctica, no en un simple papel, que entienda que la parafernalia no nos ayuda a los ciudadanos de a pie; que entienda el concepto de justo y justicia, que se olviden los compadrazgos, los amiguismos, el pago de favores, que deje la famosa institucionalidad como dicen los políticos (alinearse).
En pocas palabras algo tan simple y tan complejo como lo es que sea AUTÓNOMO.
Esperemos que esa elección rinda sus frutos y logre hoy reivindicarse con sus votantes al momento de elegir al nuevo Fiscal General de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Veracruz y su homólogo el nuevo Fiscal Anticorrupción.
Esta sociedad veracruzana se merece mejores fiscales facilitadores, mejores fiscales investigadores, mejores fiscales de distrito, mejores fiscales regionales, mejores fiscalías especializadas, y desde luego un mejor fiscal general.
Sí. Todo mejor… al tiempo.
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