No se trata de defender a nadie. Simplemente de saber bien las cosas. Desde luego que Zoila Nohemí Guzmán Lagunes, diputada federal en Coatepec, puede ser señalada por muchas cosas, pero quizá de las pocas que no puede ser, es de que malverse, desvíe o mal use recursos federales, como lo que señalan los habitantes de la localidad de Baxtla en el municipio de Teocelo.
A dichos quejosos no se les puede acusar de nada. En realidad ellos no saben o pocos lo entienden, que un diputado gestiona. O sea, logra que una dependencia, en este caso federal, aplique millones de pesos en una obra. El detalle es que ese dinero no sale en un portafolios. Ese dinero no se le entrega al diputado que gestionó. Es más, ese dinero tampoco le llega al alcalde en turno.
En el caso concreto de la carretera que les desgraciaron a los habitantes de Baxtla, el recurso gestionado debió salir de la SCT (dependencia federal con sede en México) y se debió depositar en las cuentas del centro SCT Veracruz que está en la avenida Lázaro Cárdenas ahí frente al Parque doña Falla.
Ésta última dependencia fue la responsable de aplicar el dinero. Al menos en teoría, la dependencia debió haber convocado a un concurso. Ese concurso debió haber sido ganado por una empresa constructora. Esa empresa, contratada directamente por el centro SCT, pasó a ser responsable de la obra.
La pregunta más importante 'Nohemí qué hizo en todo ese trámite?. Respuesta: ver. Mirar. Observar. Conocer si acaso el avance del procedimiento. ¿Qué hizo Ana Lília López Vanda?. Lo mismo. El dinero dispuesto para esa carretera, jamás lo vieron en Teocelo, ni tampoco lo vio Nohemí, porque el manejo de ese dinero, única y exclusivamente lo tuvo el centro SCT Veracruz.
¿Y eso porqué?. Porque así funciona el sistema. El diputado gestiona. Si es muy vivillo, a lo mejor se lleva una comisión, pero ésta no contraviene el desarrollo de la obra ni su participación tiene que ver directamente con el manejo de los recursos.
En otras palabras, quien tiene que dar cuentas es el centro SCT Veracruz, quien contrató a la empresa responsable de los trabajos.
Obvio, la gente reclama a quien tiene enfrente, o en su defecto, a quien le dicen que le deben reclamar. El detalle es que el desconocimiento de la burocracia que envuelve el manejo de los recursos lleva a las masas a equivocarse a la hora de buscar culpables.
Unos lo creerán y otros no. Eso no es importante. Lo importante es que en este caso, se equivocan al buscarle los pies a Nohemí, porque no es ella, ni tampoco Ana Lília, quienes mal dispusieron de los recursos para la carretera de Baxtla.
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