Teresa Carbajal
• Protejamos a los abuelos
Comenzó agosto y el próximo día 28 celebraremos en México el Día del Abuelo, en este contexto conviene resaltar que el pasado 23 de julio mediante comunicado oficial la Condusef hizo público que el número de reclamaciones “contra la Banca” presentadas por adultos mayores, aumentaron un 18% en relación con el año pasado.
Esto es, que de enero a mayo 2018 la Comisión recibió 27,194 reclamaciones formuladas por adultos mayores, las que representaron el 29% del total de las quejas recibidas en el periodo descrito.
Bajo el título: “Los Adultos mayores son más vulnerables para ser víctimas de un fraude” el comunicado de prensa daba cuenta que el 63% de esas quejas fueron imputables a un posible fraude, consumos y cargos no reconocidos, así como disposición de efectivo en cajeros automáticos.
El tema es preocupante porque si bien es cierto que diariamente recibimos noticias de nuevos y diversos tipos de fraude, que vienen acompañadas de una serie de recomendaciones para que evitemos caer en ellos.
Quizá estamos perdiendo de vista que en casa nuestros mayores no siempre tienen el mismo acceso a medios de comunicación que se interesen por dar difusión a estas notas, permaneciendo ajenos al tema, resultando en consecuencia presa fácil de estafadores, vía telefónica o en cajeros automáticos, como fue el reciente caso aquí comentado (y afortunadamente resuelto para bien) de Rosita.
Por lo que ahora, aparte de recibir estos mensajes de advertencia y cuidado para no sufrir robos en nuestro patrimonio, debemos tomar el compromiso de replicar la información con ellos, y de paso reforzar nuestros lazos de comunicación y afecto que desde luego les profesamos, pero que a veces por falta de tiempo descuidamos.
Otro dato que conviene comentar es que el tercer producto financiero que mayor incidencia presenta es: la cuenta de nómina. ¡Exacto! En donde ellos reciben el pago de sus pensiones.
Por lo que no resulta extraño que al momento de acudir a cobrar sus pagos pueden presentar problemas ya sea con el cajero automático por aceptar algún crédito “pre autorizado” que no desean, o al encontrarse ahí mismo con algún malhechor que les robe la tarjeta de débito para hacer mal uso de ella, así se explica lo de los cargos no reconocidos.
Una buena medida es programarse y acompañarlos a cobrar para reducir su vulnerabilidad, pues al ir solos si algo falla les genera mucho nerviosismo e inseguridad, ocasión que saben aprovechar muy bien los que ya han hecho de los cajeros automáticos su centro de delinquir por falta de seguridad.
Finalmente, el uso del celular, recuerde que está de moda la estafa telefónica y esta se concreta al obtener mediante engaños información confidencial de los usuarios, no está de más insistir a nuestros abuelos que no deben acceder a proporcionar su información por esta vía. Si cuidamos su patrimonio, cuidamos su tranquilidad y la nuestra.
¡Pregunte 2281148502, es mejor tener dudas que deudas!
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