Gregorio Jácome Moreno
En algunas pinturas egipcias que datan de hace 3000 años A.C se observa a algunos sacerdotes que portan cruces colgadas en el pecho, para ellos era un símbolo de vida y fecundidad. La cruz es el objeto geométrico más sencillo y al mismo tiempo más complejo debido a su naturaleza simbólica, dos líneas que se cruzan en un ángulo recto, que igual pueden anunciar los cuatro puntos cardinales que trascienden las fronteras de la tierra hacia el cosmos, o bien, representar los cuatro elementos primordiales de la naturaleza, o sea de la vida, los sabios egipcios no estaban tan equivocados.
La cruz es el símbolo por antonomasia del cristianismo, sobre unos maderos en forma de cruz murió Jesús en el Monte Calvario y desde ahí quedo como una marca registrada de la civilización occidental. Muchos años más tarde, las cruces llegarán a América por medio de los españoles, a pesar de que se han encontrado algunas en sitios prehispánicos, una de ellas es atribuida al gran Quetzalcóatl. La llamada conquista espiritual se acompaña tanto de elementos arquitectónicos, como la edificación de iglesias y conventos, como de símbolos, que se van imponiendo poco a poco sobre una población indígena desconcertada con la creencia en el dios único.
El calendario cristiano dedica un día para celebrar a la Santa Cruz, ya que según algunas crónicas el 3 de mayo es el día en que Santa Elena, madre del emperador Constantino, encuentra la cruz en la que murió Jesús en la ciudad de Nazareth.
La ciudad de Coatepec es única por su número de cruces, sabemos que durante la Colonia las órdenes religiosas las instalaban a manera de fijar límites territoriales. En Coatepec aplica. Ya que si unimos con una línea imaginaria cada una de las cruces se logra establecer un perímetro de unos seis kilómetros de largo. En la época colonial, las cruces obviamente se encontraban afuera de la ciudad, hoy ya resultan céntricas debido al crecimiento – en algunos casos anárquicos de la ciudad -, entorno a las cruces se fueron estableciendo los barrios de Coatepec como a continuación se verá.
Iniciamos el recorrido en la Cruz Verde, la cruz que se encuentra en la calle de Miguel Rebolledo e Isabel Maldonado y que le da nombre a este barrio. La siguiente cruz es la del Barrio de la Luz en la calle de Jiménez del Campillo por el rumbo del Campo Viejo, sin embargo, para abarcar el perímetro necesitamos establecer otra cruz intermedia, está la encontramos en la calle de Zaragoza, en algún momento debió haber estado sobre el piso, ahora se encuentra en lo alto de una de las torres del beneficio de la familia Murrieta.
Siguiendo por el recorrido hay una cruz en el inicio de la calle de Aldama a un costado de la glorieta donde se encuentra el famoso árbol de palo de rosa que florea en abril y mayo cantidad. Otra cruz está hasta debajo de la calle 16 de septiembre, es una cruz sencilla pero que delimita a la perfección la parte sur de la ciudad. Una más está en la calle de Bravo y siguiendo en esa dirección y al doblar sobre Hidalgo hasta el fondo se encuentra otra cruz. Posteriormente sigue la de Morelos, ahí hay dos cruces gemelas, los vecinos las arreglan con esmero para que luzcan este día. Más adelante sobre Juan Soto hay otra cruz, en este barrio existe desde tiempo atrás toda una festividad, la identidad religiosa del barrio gira entorno a esta celebración.
En esta dirección una cruz más se encuentra en el antiguo Puente de Tablas sobre la calle de Jesús María. Más adelante, continuando con el recorrido perimetral de la ciudad hay una capilla que no cruz, al final de la calle de Degollado esquina con Rafael Lucio. Una cruz más está al final de la calle de Independencia como quien comienza a subir al cerro. Y finalmente la que va a cerrar el perímetro antes de regresar a la cruz verde es la que se encuentra en la Privada de Justo Sierra, esta cruz es muy vistosa debido al esmero que los vecinos ponen en su mantenimiento.
Los egipcios, los chinos, los cristianos, han visto en las cruces ciertas energías que las dotan de un magnetismo especial, se puede decir que quien porta una cruz en el pecho está protegidos contra los males del exterior. En este sentido la ciudad de Coatepec está más que protegida, la energía que produce cada una de las cruces mantienen el equilibrio cósmico, tan necesario en una ciudad como la nuestra.
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