EL CAMBIO CLIMÁTICO EN VACACIONES

 

El cambio climático en vacaciones

Jair C. Xilotl Sánchez 

Ahora que las familias en periodo vacacional buscan destinos de descanso cercanos a la playa, al mar, paradisíaco lugar para descansar, que revitaliza el cuerpo, la mirada y el alma, vale la pena observar el contexto en el que lo tenemos, veamos.

Al mar lo tenemos como depósito de aguas negras y basura, como destino de los ríos en el mundo, acarrean las aguas grises, negras o tóxicas que de nuestro sistema de vida emergen de cada núcleo poblacional o centros de producción, es además el agua un conducto natural que transporta desperdicio que, por el mal manejo que hacemos de ello, termina contaminado, y es ahí a donde nos dirigimos a descansar y disfrutar de nuestro planeta.

Cómodamente instalados en la playa de su preferencia decidirá tal vez, juntar conchitas con su familia, y se llevará la no agradable sorpresa de que los microplásticos también están ahí, como pequeñas partículas multicolores, no dará crédito de observar y preguntarse ¿cómo es que llegaron hasta aquí?, la respuesta también está en el mar, la química y la gravedad.

Llegada la hora de comer y estando frente al mar, con un calor que supera incluso los 40 grados, al lado de su familia y su bebida favorita ordenará un suculento pescado preparado al momento...

El efecto nocivo de los microplásticos que usted observó en medio de las conchitas de la playa desgraciadamente también tienen su efecto de toxicidad en los animales del mar que consumimos, esa toxicidad puede variar de un lugar a otro pero de que existe, existe.

Si son momentos de descanso y esparcimiento, también pueden ser momentos de reflexión, incluso para muchos religiosa pero ese no es el punto, sino voltear a nuestro alrededor y observar, analizar y reflexionar que probablemente el límite de tolerancia del planeta ha llegado. 

Ayer en Veracruz, tanto en el norte como en el sur, se sobrepasaron los 40°C de temperatura, calor calor calor, mientras que entre Altotonga y Perote hubo una tremenda granizada ante una temperatura de casi 30 grados ahí mismo en la montaña. 

¿No cree usted que es hora de voltear a ver el lugar en donde coexistimos? El planeta siente y respira la forma en cómo vivimos, si se puede decir así, más bien con la que justificamos nuestro modo de vida, la que toleramos con tal de vestir a la moda, es la comodidad y el materialismo a modo, nada más ocurrente.

Hoy es momento de hablar acerca de contaminación ambiental y el futuro inmediato, del de nuestros hijos, nietos y bisnietos, porque lo que en contaminación hablemos ahora tendrá efectos para mañana y para pasado, por eso la urgencia de decir las cosas, por eso la necesidad de la reflexión, por eso la petición de la acción. 

Una acción que no puede esperar a mañana y que debe ser de todos juntos autoridad y ciudadanía, una acción que debe iniciar hoy con la reflexión, y qué mejor momento que este, en el que usted ya no aguanta el calor, el sol le quema y la sed le absorbe pidiendo por favor le acerquen un enorme coco frío para mitigar el efecto, disfrútelo y a la vez reflexione ¿será que en verdad yo les haga falta? La respuesta es sí y mucha, mucha falta.