FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA
En Veracruz no ganó Cuitláhuac García Jiménez la Gubernatura. Más bien, Miguel Ángel Yunes Linares la perdió.
¿Cómo es eso?. Muy simple. Yunes Linares y su hijo, su tocayo de apellidos Yunes Márquez, a todo mundo trataron con la punta del pie. Todo mundo era (y para ellos, lo seguimos siendo) menor a ellos en entendimiento, capacidad, facultad.
Vaya, para este par, todos fuimos un grupúsculo de mediocres que debimos habernos sentidos bendecidos por tenerlos a ellos como nuestros caudillos sociales.
Por eso, al interior del Gobierno, a todo mundo le impusieron cargas, le faltaron al respeto, los trataron como esclavos o 'cosas' de su propiedad.
Al exterior ni se diga. Colectivos, Taxistas, Transportistas, Empresarios, Periodistas y empresas de Comunicación, todos, recibimos en un momento o en otro, la grosería en la cara de parte de los dos "reyezuelos".
Al mismo tiempo, la palabra "por favor" fue erradicada de sus bocas, para convertirse en: "si no lo haces te partimos tu madre"; así pues amenazas claras y concisas: "tenemos tus expedientes", "te quitamos los recursos", "te quitamos tus concesiones", "te retiramos los contratos", fueron la manera en que los Yunes (Linares y Márquez) "pidieron" el apoyo para mantenerse en el Gobierno.
El resultado está a la vista.
Pero no crea el lector que la historia de estos "Yunes" acaba. No. Ya lo dijo el viejo la semana que culmina: "la lucha sigue", que no es otra cosa que "la guerra sigue".
Sí, porque para él, esto es LA GUERRA.
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